¿Es buena idea? ¿Qué riesgos tiene? ¿Vale la pena pagar por un personalizado?
Estas son algunas de las preguntas que nos vienen a la cabeza cuando empezamos a entrenar o cuando queremos cambiar de rutina después de un tiempo. Antes de contestarlas vamos a dar un poco de contexto a la situación compararla con otros casos. ¿Recurrirías a Google para preparar tu defensa en un juicio o para hacer la instalación eléctrica de tu casa? Seguramente la respuesta sea no, entonces ¿Por qué cuando se trata de nuestra salud o forma física sí copiamos la dieta o entrenamiento que hizo otra persona?

 

¿Es buena idea?

Estamos en 2020 y Google es una gran herramienta y está lleno de información GRATIS, pero aún así somos nosotros los que elegimos que información vemos y que hacer con ella. No es ningún secreto que cualquier entrenador consulta y busca información en sus apuntes, libros e incluso en google pero filtrando.

 

¿Qué riesgos tiene?

Vamos a ver un ejemplo, tienes molestias en un hombro buscas en Google y te dice que tienes que estirar la zona; pero no se te pasa así el dolor e incluso va a más. ¿Qué pasa? Estoy haciendo algo mal? Es posible que no tengas lo que pensabas y quizás estirar sea contraproducente, si tienes una rotura de fibras estirar no debería ser el primer consejo si no quieres agravar tus síntomas.

El primer problema es que un dolor en el hombro puede ser debido a muchos factores: patologías preexistentes, descompensaciones, falta de movilidad, falta de tono (o exceso). Ejemplo: puede ser (entre otras), una rotura de fibras, sobre carga o inflamación del supraespinoso,  falta de fuerza en manguitos rotadores, falta de movilidad por hiper tono dorsal que se refleja con molestias en la musculatura adyacente (o un sin fin de opciones); y aquí empieza el segundo problema porque cada uno de estos cuatro casos tiene un tratamiento, tiempo y un proceso completamente diferente. Si tienes sobrecarga lo último que necesitas es entrenar más la zona pero si la molestia viene por falta de fuerza deberías trabajarla de una manera específica y progresiva.

 

¿Vale la pena pagar por un personalizado?

La respuesta corta sería SI, vale la pena. Lo mejor es ponerte en manos de profesionales que te puedan ver y aconsejar y guiar, que te diseñe un plan adaptado a ti teniendo en cuenta tus particularidades para evitar recaídas y prevenir lesiones mientras mejoras de manera global eliminando esas debilidades y aprovechando tus puntos fuertes. 

Recuerda que un mismo ejercicio puede usarse con diferentes fines, cada persona es diferente y debería tener su rutina adaptada.

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